Hay que reconocer que todo se olvida Y no lo digo por Cristina sino por mí mismo. En este confinamiento Cris intenta no perder nada de lo aprendido y hace algunas tareas. Por ejemplo, con los eternos Cuadernos Rubio.
Cada día un poco y ya son muchos días así que los ha terminado. Como los hace a lápiz se me ocurrió decirle; -"Vamos a borrarlo para que los hagas otra vez" Un grave error que me echó en cara -"¡No hay que borrar!"
Es cierto. En el blog siempre he contando los logros de Cristina: Sumas con llevadas, Restas con llevadas... Incluso cuando vimos escribir por primera vez su nombre.
Cuando los releo de vez en cuando, me doy cuenta de la ilusión que nos hacía llego a la conclusión de cómo es posible que se me ocurriese borrar algo de lo que hace Cristina.