viernes, 24 de febrero de 2017

Soluciones sencillas


Cristina, en cuanto aficiones e intereses, es muy diferente a otras chicas de su edad. Pero resulta que  tiene problemas son comunes a otras adolescentes, por ejemplo, el desorden de su habitación.

No vale la pena decirle "recoge todo" ni indicarle una y otra vez lo desordenada que está su cuarto.  Ella necesita algo mucho más preciso.

En ocasiones, lo más difícil es buscar una solución sencilla para todos. Pero esta vez parece que la hemos encontrado: Contamos delante de ella las cosas que están mal. El número total -de lo que nosotros llamamos errores- puede estar rondando el infinito pero el resultado final, una vez todo colocado en su sitio, siempre debe ser "0 errores".

En esos casos en que hay demasiado desorden es necesario volver varias veces a repasar y volver a contar. Pero que el número vaya decreciendo le motiva bastante.

Cuando por fin llegamos al mínimo tolerado, le felicitamos, ella queda muy contenta y esperamos al día siguiente...