lunes, 27 de junio de 2016

Felicidad contagiosa


Por fin llegó el último día de clase. Aunque Cristina va muy contenta al colegio el final de las clases lo estaba esperando con ansiedad.

Su madre y yo le estábamos esperando en la puerta, hablando de cosas serias. Pero se nos cambió la cara cuando la vimos aparecer con su eterna sonrisa, pero esta vez, casi se le escapaba una carcajada por la alegría que sentía.

Tanto nos contagió su alegría que nos pusimos todos a dar saltos de felicidad en el dintel de la puerta.

La felicidad de Cristina es contagiosa, seguro que ella no se da cuenta pero hacer felices a los demàs  es una de las cosas que mejor hace.