viernes, 28 de septiembre de 2012

Pero sigues castigada

Como cualquier otro niño y a pesar de lo que se pueda desprender del blog, Cristina se porta  a veces mal y entonces no queda otra alternativa que castigarle y manifestarle nuestro enfado con ella.

Ninguna de las dos cosas le gusta. Intenta que le perdonemos lo antes posible pidiendo disculpas y hasta que no le decimos que está perdonada no se queda tranquila.

Pero lo más difícil es el castigo. Tiene que ser un castigo que naturalmente le suponga una contrariedad pero que también sea fácil de cumplir por nosotros porque ella se lo intentará saltar en cuanto pueda. Pero lo más importante es que aunque la hayamos perdonado y haya desaparecido el enfado ni ella ni nosotros podemos olvidar que sigue castigada.

Así que para que se quede tranquila demostrando que no estamos enfadados con ella pero que se lo piense mejor para la próxima vez le decimos: - "Cristina, estás perdonada. Pero sigues castigada"

viernes, 14 de septiembre de 2012

Sin arrugas a la vista

- "¡Cristina, tienes que hacer la cama!" Esa orden se la hemos dato a Cristina bastantes veces durante el verano. Dependía del día, pero generalmente dejaba lo que estaba haciendo para cumplir con el mandato.

Eso sí su tarea la terminaba en un periquete,  poniendo de cualquier modo la colcha a lo largo de la cama y sin preocuparse de nada más.

Así que luego había que que pasar revista a la cama sacando defectos a su displicente tarea:

- "¿Dónde está la sábana?". "¿Y estas arrugas?".  "La colcha está torcida"

Cristina -que es bastante lista- sabe que si  le ayudamos puede conseguir que todo el trabajo lo hagamos nosotros y poderse zafar de sus obligaciones. Así que es mejor darle orientaciones de qué hay que hacer bien para que la cama quedase presentable.

Tras varias indicaciones, que seguía al pie de la letra, la cama queda más o menos bien hecha -que tampoco uno es  un experto- y sin arrugas a la vista.