jueves, 27 de diciembre de 2012

Michael Jackson dejó el listón muy alto

En el primer festival escolar de Navidad en el que pudimos ver  participar a Cristina, además de villancicos cantaron esta canción de Michael Jackson, no recuerdo si para entonces ya había fallecido. Sí  recuerdo que era una persona que no me interesaba demasiado, ni él ni sus canciones.

Pero por alguna razón, oír a Cristina cantar esta canción y ver los diversos movimientos de brazos que requería la función  me dejó tal impresión que ahora añoro al famoso cantante.

Así que cualquiera se puede imaginar con qué entusiasmo asistía al festival navideño que habían preparado en el cole para este curso. Y también se puede imaginar el desconsuelo que sentí al no poderla ver desde mi lejana posición. Incluso pensé que no habría participado.

Sin embargo cuando recogí a Cristina me confirmaron que había estado allí y cantado su villancico  junto a sus compañeros.

Como cambian las cosas, si hace pocos años me hubieran dicho que Cristina había participado en un festival  con todos sus compañeros hubiera sido el hombre más feliz. Y ahora  estoy desconsolado "sólo" por no haberla visto.


martes, 18 de diciembre de 2012

Viajeros del Metro

Lo que más nos sorprendió de Cristina en nuestro viaje a Madrid fue lo bien que se manejaba en el Metro, prácticamente estaba en su salsa:

- En la estación un letrero indicaba los minutos que faltaba para el siguiente tren:
No se ponía nerviosa esperando porque veía que el tiempo iba disminuyendo.

- Siempre llevaba el plano del metro en la mano:
Muy esquemático y fácil de entender. Cada tren de un color, podía seguir el trayecto del tren y ver que cada vez faltaba menos para llegar al final del viaje.

- Dentro del vagón, letreros luminosos y una voz grabada indicaban la siguiente estación:
Cristina podía saber con la debida antelación que el tren se iba a parar.

Estoy seguro que ninguna de esas facilidades están pensadas para personas con autismo. En cambio sí que habrán pensado en todas las que vamos corriendo de un lado para otro y necesitamos recibir información precisa y rápida para poder llegar a nuestro destino.

Es curioso pensar que a todos vienen bien las mismas cosas.
















lunes, 10 de diciembre de 2012

Deudas saldadas

Hace más de dos años  Leyre y yo nos fuimos de viaje a Madrid. Descarté  llevar también a Cristina porque entonces ni ella ni nosotros hubiéramos disfrutado del viaje.

De vuelta de ese viaje,  Cristina nos estaba esperando en la estación, y nada más verme me dijo que ahora le tocaba a ella. Naturalmente no podía ser, pero me quedé con la sensación de que le debía algo.

Tiempo después hemos podido volver a  Madrid, pero esta vez toda la familia. Todos hemos disfrutado de lo lindo.No es que planificáramos el viaje pensando en Cristina, pero sí que hemos visto que las actividades que hacíamos con ella debían ser cortas o sino muy animadas.

Así que en estas cortas vacaciones, entre otras cosas, hemos podido hacer lo siguiente: viajar en Metro, ver los animales del Zoo, rezar en la Catedral de la Almudena, disfrutar del musical del Mago de Oz, dormir como benditos...

Una mínima parte de las cosas que se pueden hacer en la capital, pero lo hemos hecho en familia y de paso yo he saldado mi deuda con Cristina.