viernes, 31 de julio de 2009

En la procesión...


Este sábado pasado fue Santiago Apóstol patrón de mi pueblo. Fuimos Leyre, Cristina, mi hermana Aurora y yo. Aunque vayamos muchas veces a Cortes, yo nací en Zamora y mi pueblo se llama Rioconejos. Un lugar tan singular y pintoresco como indica su nombre.

La fiesta consta de Procesión y Misa. Los años buenos, como ha sido el actual, hay un gaitero y otro señor con un tambor que acompañan con su música la procesión y luego amenizan la fiesta.
Ese día no empezó muy bien, Cristina no se quería ni levantarse de la cama, ni desayunar, ni vestirse... Así que con el peor de los presagios conseguí que saliera de casa para ir a la Iglesia.

No llegamos a entrar porque empezaba la procesión y nos unimos a ella. Para entonces Cristina ya había cambiado su humor y caminaba contenta de mi mano en medio de la gente.

Hasta que se dio cuenta de que en la procesión había alguien que iba el primero y no era ella. Así que se fue adelantando hasta sobrepasar a las cruces procesionales y encabezar la comitiva.

No creo que nuestro Santo Patrón se sintiera ofendido, todo lo contrario, seguro que le gustó que el homenaje que se le profesaba fuera un poco distinto.

Dentro de la iglesia hay una parte más elevada a la que suben los jóvenes adolescentes, y a la que también que quiso subir Cristina. Pero al contrario de ellos, Cristina se portó de maravilla.

sábado, 25 de julio de 2009

Unas gafas dan para mucho



En la piscina, Cristina pasa más tiempo sumergida en el agua que sobre ella. Es gracioso acompañarla y verla bajo el agua con los ojos bien abiertos y riéndose a carcajadas.

Por eso cada año cuando empezaba la temporada de piscina, lo primero que hacía era intentar que aprendiera a llevar gafas para el agua, pero finalmente lo tenía que dejar por imposible.

Sin embargo este verano ha encontrado unas gafas de su hermana, sin decirle yo nada, y quizás por eso, se las ha puesto y ahora siempre que se mete en la piscina tiene que ser con las gafas puestas.

Además, gracias a ellas, vemos que poco a poco Cristina va mejorando en la construcción de sus frases. Porque siempre que no las encuentra (que suele ser muy a menudo) nos pregunta: "-¿Dónde están mis gafas?"
Cuando antes únicamente nos gritaba: "¡Gafas!" o como mucho: "¡Dónde están gafas!

De toodos modos aún le queda un cosa más difícil que tiene que aprender: Hacerse responsable de donde deja sus cosas. Pero creo que yo no soy la persona idónea para enseñárselo...

jueves, 23 de julio de 2009

Otra forma de aprovechar el verano

En verano puede que tengamos más tiempo para dedicar a hacer cosas que no podemos durante el resto del año. Aquí pongo un par de propuestas por si alguien quiere aprovechar de otra forma su tiempo libre.


Una muestra de la lucha que hay que mantener con las Administraciones para conseguir que algunos niños con necesidades especiales tengan lo que tienen todos los demás: oportunidad de aprender. Para más información y ayudar a estos padres pinchar aquí

Una iniciativa, para cambiar en la Real Academia de la Lengua la definición de "Autismo", igual que han hecho ya otros organismos organismos mundiales.
Más información
aquí

lunes, 20 de julio de 2009

El espectáculo debe continuar


En la foto, Cristina espera pacientemente a que empiece la exhibición de aves rapaces de Senda Viva. El año pasado no se quiso ni sentar para verla. Este año, gracias a todo lo que ha aprendido, le pudimos dar más explicaciones de lo que iba a ver: -"Cristina, vamos a ver águilas". Y una vez más Cristina nos sorprendió aguantando la media hora que duró el espectáculo sin moverse de su asiento y mirando con atención las peripecias de los pájaros.

Al final todo el mundo aplaudimos entusiasmados porque es una representación espectacular. Pero nosotros teníamos el doble de interés en aplaudir, a los pájaros que habíamos visto y a Cristina que se había divertido como uno más.

Emocionados con este triunfo esta semana decidimos llevar a Cristina al circo que vino a Pamplona por motivo de los Sanfermines.

Dentro del circo, tuvimos que esperar sentados porque tardó en empezar más tiempo del debido y cuando empezó, el locutor anunció que el espectáculo duraría 2 horas. Así que con mi habitual optimismo empecé a estudiar cuál sería la forma más rápida de salir si Cristina no aguantaba toda la función.

Pero, al igual que en Senda Viva, las diversas acrobacias, saltos y demás atracciones le gustaron mucho y no paró de aplaudir. Tanto fue su entusiasmo que al final de la función decía a su madre señalando la pista: "¡Mamá, ahora yo!" Y aunque la famosa frase diga: "¡El espectáculo debe continuar!" Nosotros preferimos no quedarnos a comprobar qué arte circense quería demostrar.

viernes, 10 de julio de 2009

Caperucita Roja vive en Cortes


El único cuento que he conseguido leerle a Cristina y al que presta un poco de atención es el de "Caperucita Roja". Quizás sea también porque en el colegio se lo han contado varias veces.

A casi todos nos han contado este cuento y lo hemos tenido que contar infinidad de veces. Yo siempre que lo contaba decía que los hechos que relata habían ocurrido "muy lejos" y "hace mucho tiempo".

Pero ahora, ya no podré decir lo mismo. En Cortes, tenemos en la terraza un trastero donde guardamos las cosas más inverosímiles. Cristina ha encontrado las necesarias para montarse ella sola una escena del cuento. Además utiliza el trastero como casa de la abuelita.

En la fotografía se puede ver el gorro y la cestita que lleva. Ha actualizado un poco el cuento, porque ha cambiado la miel y bizcocho, por una caja de puros, pero el resto de la escena la desarrolla tal como la describe el cuento:

-"¡Abuelita soy yo, Caperucita!" Entonces entra en "la casita de la abuelita", se le oye hablar dentro y vuelve a salir.

Si alguien tiene interés en ver más escenas del cuento que se olvide, sólo se realiza ésa, pero eso sí muchas veces.

jueves, 2 de julio de 2009

Nos tomamos un descanso


Por fin nos vamos de vacaciones. Pasaremos unos días en Cortes, descansando todo lo que podamos.

Nuestras vacaciones se pueden resumir en pasar estos días todos juntos en familia, darnos unos chapoteos en la piscina, y hacer alguna que otra excursión. Por supuesto visitar Senda Viva, y con todas seguridad me tocará correr detrás de Cristina y su patinete