En la piscina, Cristina pasa más tiempo sumergida en el agua que sobre ella. Es gracioso acompañarla y verla bajo el agua con los ojos bien abiertos y riéndose a carcajadas.
Por eso cada año cuando empezaba la temporada de piscina, lo primero que hacía era intentar que aprendiera a llevar gafas para el agua, pero finalmente lo tenía que dejar por imposible.
Sin embargo este verano ha encontrado unas gafas de su hermana, sin decirle yo nada, y quizás por eso, se las ha puesto y ahora siempre que se mete en la piscina tiene que ser con las gafas puestas.
Además, gracias a ellas, vemos que poco a poco Cristina va mejorando en la construcción de sus frases. Porque siempre que no las encuentra (que suele ser muy a menudo) nos pregunta: "-¿Dónde están mis gafas?"
Cuando antes únicamente nos gritaba: "¡Gafas!" o como mucho: "¡Dónde están gafas!
De toodos modos aún le queda un cosa más difícil que tiene que aprender: Hacerse responsable de donde deja sus cosas. Pero creo que yo no soy la persona idónea para enseñárselo...
Genial Cristina con su evolución del lenguaje oral. Aunque como siempre, lo hacen con las cosas que más le interesan jajaja. Buen verano. Un beso.
ResponderEliminarHermosaaaaaaaaaaaaaa!! Aprender a cuidar las cosas?? Lucho todos los dìas con mis "4" hijos (incluye a mi esposo jajaja)
ResponderEliminarYa veo lo bien que lo estàis pasando. Bravo por los progresos de Cristina, y por todos los que van a llegar.
ResponderEliminarBesotes.