sábado, 25 de julio de 2009

Unas gafas dan para mucho



En la piscina, Cristina pasa más tiempo sumergida en el agua que sobre ella. Es gracioso acompañarla y verla bajo el agua con los ojos bien abiertos y riéndose a carcajadas.

Por eso cada año cuando empezaba la temporada de piscina, lo primero que hacía era intentar que aprendiera a llevar gafas para el agua, pero finalmente lo tenía que dejar por imposible.

Sin embargo este verano ha encontrado unas gafas de su hermana, sin decirle yo nada, y quizás por eso, se las ha puesto y ahora siempre que se mete en la piscina tiene que ser con las gafas puestas.

Además, gracias a ellas, vemos que poco a poco Cristina va mejorando en la construcción de sus frases. Porque siempre que no las encuentra (que suele ser muy a menudo) nos pregunta: "-¿Dónde están mis gafas?"
Cuando antes únicamente nos gritaba: "¡Gafas!" o como mucho: "¡Dónde están gafas!

De toodos modos aún le queda un cosa más difícil que tiene que aprender: Hacerse responsable de donde deja sus cosas. Pero creo que yo no soy la persona idónea para enseñárselo...

3 comentarios:

  1. Genial Cristina con su evolución del lenguaje oral. Aunque como siempre, lo hacen con las cosas que más le interesan jajaja. Buen verano. Un beso.

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  2. Hermosaaaaaaaaaaaaaa!! Aprender a cuidar las cosas?? Lucho todos los dìas con mis "4" hijos (incluye a mi esposo jajaja)

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  3. Ya veo lo bien que lo estàis pasando. Bravo por los progresos de Cristina, y por todos los que van a llegar.

    Besotes.

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