Cristina nos dijo ayer que le dolía un muela y la cita que teníamos para el dentista es dentro de unos días. Para que estuviera tranquila pensamos en darle alguna medicina, pero cuál. Ya tiene casi 16 años y las cosas que se nos ocurrían eran disueltas en agua.
Ya conté en una entrada antigua los problemas que teníamos con ella para tomar cualquier líquido que no fuera agua. Acudí a la farmacia y allí me dieron la solución: un medicamento liquido pero que se podía tomar de un solo trago.
Después de comprarla nos pusimos a la tarea de anticiparle cómo era la medicina y cómo se la tenía que tomar, recalcándole que era líquida. Esperábamos toda clase de quejas, sin embargo lo único que preguntó fue: -"¿De qué sabor?"
Como nos dejó sin palabras, cogí el prospecto por si el fabricante había caído en la cuenta de indicar ese detalle tan importante, pero no.
De todos modos, como Cris es una chica valiente y decidida se la tomó como se lo habíamos explicado.
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