Las princesas de la foto son Leyre y mi sobrina Paula, que posan bajo la Catedral de la Almudena, en Madrid, donde estuvimos la semana pasada junto con el padre de Paula, Gonzalo.
Estuvimos cuatro días y lo pasamos genial, aunque acabamos un poco cansados. Cristina se quedó en casa con su madre, no me atreví a llevármela. Al volver del viaje nos estaba esperando en el andén. En cuanto nos vio vino hacia nosotros directamente, yo pensaba que se iba a abrazar a Leyre, como en alguna otra ocasión, pero no le hizo caso y vino directamente hacia mí.
En ese momento pensé: -"Qué bien, el abrazo esta vez me lo voy a llevar yo"
Gran error, porque en cuanto llegó a mi lado me dijo: - "Ahora yo papá, tren" Le contesté que no podía ser y que nos teníamos que ir a casa. Sin rechistar salió con nosotros de la estación.
A pesar de no decirnos ni "Hola" fue un gran recibimiento, porque seguro que había estado preparando la frase mientras esperaba el tren. Y, aunque no era el que yo me había imaginado, después de dejarla en casa mientras nosotros lo pasábamos bien, quizás no me merecía otro.
Estuvimos cuatro días y lo pasamos genial, aunque acabamos un poco cansados. Cristina se quedó en casa con su madre, no me atreví a llevármela. Al volver del viaje nos estaba esperando en el andén. En cuanto nos vio vino hacia nosotros directamente, yo pensaba que se iba a abrazar a Leyre, como en alguna otra ocasión, pero no le hizo caso y vino directamente hacia mí.
En ese momento pensé: -"Qué bien, el abrazo esta vez me lo voy a llevar yo"
Gran error, porque en cuanto llegó a mi lado me dijo: - "Ahora yo papá, tren" Le contesté que no podía ser y que nos teníamos que ir a casa. Sin rechistar salió con nosotros de la estación.
A pesar de no decirnos ni "Hola" fue un gran recibimiento, porque seguro que había estado preparando la frase mientras esperaba el tren. Y, aunque no era el que yo me había imaginado, después de dejarla en casa mientras nosotros lo pasábamos bien, quizás no me merecía otro.
hay Fernando, la próxima la llevas...me dejas pensando que sientes culpa, no tesoro!!!
ResponderEliminarBesos a las dos pequeñas bellísimas!!!
Tiene razòn Graciela!! Se ve que durante toda la ausencia se la pasò pensando còmo te iba a decir que la dejaste de lado jajaja. Me encantò ese abrazo!!
ResponderEliminarPobrecita ella también queria el paseo.
ResponderEliminarSi supieras que J no me acaricia mucho, con su papá es un poco más expresivo.
J no abraza ni besa espontaneamente, hay que pedírselo. Si le pedimos un abrazo lo da pero si yo le pido un beso me ofrece su cabeza para que los bese en su cabeza, jajaja.
Creo que sigue siendo un poco duro aceptar que no podemos siempre esperar de nuestros hijos lo que desearíamos, a mi me cuesta aún un poco. Pero bueno, es lo que tú dices, seguro que en el andén estuvo preparando la frase y eso ya es un recibimiento ;) a su manera, que es la nuestra :)
ResponderEliminarUn abrazo
Los hermanos de niños con autismo necesitan tener sus momentos de intimidad con sus padres o familiares, sentirse protagonistas, pues son muchas veces los que reciben menos atención. Por ese lado entiendo que Leyre se merecía unos días de exclusividad. Pero Cristina te lo ha dejado claro, ella también quería ir. Y bien que te lo ha dicho jajaja. Es un buen aprendizaje para todos, Leyre sabe que es importante, Cristina aprende a valorar vuestra entrega, y tu comprendes que las dos son diferentes pero iguales y el viaje a Madrid tendrá que repetirse, aunque sea "adaptado".
ResponderEliminarEn fin toda una lección para todos, incluída yo eh? que me he quedado helada con la respuesta de Cristina jajaja.