Poco a poco fue consintiendo en que le agarrásemos la mano y daba gusto llevarla porque nos la cogía con fuerza.
En la última reunión del curso, en el cole nos han comentado que se notaba que a Cristina la llevábamos mucho de la mano. Aunque yo me siento muy orgulloso de llevarla así, les tuve que dar la razón porque ya empieza a ser mayorcita.
Ahora aquella primera victoria de conseguir que nos diera la mano y que para nosotros fue todo un logro, ha resultado ser mucho más que eso, porque únicamente fue el primer paso para que ahora nosotros se la podamos soltar. Ella parece estar preparada. ¿Lo estaremos nosotros?
Seguro que llegado el momento lo estará.
ResponderEliminarFernando no sabes la lucha diaria que tengo con Javi para que me de la mano!!.
Me imagino que las niñas quedarán pronto de vacaciones y estarán felices.
Besos
Fernando, A Juan Pablo era todo un lío conseguir fuera de la mano.ël queríacaminar solo. A los 8 años, ya lo dejamos, él ya estaba "informado"de los cruces, de cuando debía esperar, eso, sí, por ahí, aprovechaba para manotear un bolso en busca de golosinas.Creo que Cristina debe estar más al tanto de cómo conducirse en la calle, eso sí, siempre Uds, alerta. Cariños. María.
ResponderEliminarEsto que cuentas es terrible y hermoso a la vez. A mi me pasa constantemente, nos esforzamos en conseguir una conducta, y cuando ya está lograda, con todo lo que supone... hay que modificarla, porque la niña ya es mayor. Y te entra algo entre ternura y tristeza... Cuando consigues algo tan complicado te resistes a destruirlo aunque sea por la autonomía de tu hija. Nosotros todavía ahora tenemos problemas para que vaya de la mano. Cuando nos la da, me siento feliz. NO se cómo voy a afrontar no dársela. Me has hecho reflexionar mucho. Bufff...
ResponderEliminarFernando,yo como María,tengo una lucha diario para que me de la mano...si vamos por la calle,lo hace,normalmente...el problem viene en centros comerciales o donde hay mucha gente,tiene obsesión con perderse entre la gente,le gusta mezclarse y liarse entre las piernas d elos demás,como si jugara en un laberinto y a mi me vuelve loca,loca,loca...y paso un miedo increible,sujetarla és casi imposible,rabietas y demás,ya me entiendes....ufff,para alucinar!
ResponderEliminarCristina és lindisima,una mujercita adorable,cuanto habeis logrado con ella,de verdad,cuanta lucha y progresos alcanzados...sois un ejemplo a aseguir para nosotros.Un beso!
Fernando, lo que cuentas me suena tanto... Creo que todos hemos pasado por esa primera de fase en la que era imposible caminar de la mano con ellos, pero con el tiempo y paciencia todos lo logramos. Lo difícil es encontrar el momento y la forma de ir soltándola, somos demasiado protectores y no nos damos cuenta a veces, tienen que decírnoslo desde fuera. A mí me ha pasado, yo me sentía bien así y no tenía necesidad de soltarle (ni porél ni por mí), ahora es demasiado tarde; su tendencia es agarrarse de la mano o del brazo en cuanto pone un pie en la calle y ´hay que decírselo explicitamente para que haga el esfuerzo de caminar un ratito suelto. Por eso creo que haces bien en proponértelo ya, pero sé más constante que yo. Besos.
ResponderEliminarYo no logro que me agarre la mano, pero sí se agarra del cochecito, y yo voy temblando aterrada de que se suelte y salga corriendo. En general, termino subiendo a los dos al cochecito, donde están bien seguros, jeje.
ResponderEliminarSoltar la mano, no sé si estaran preparados, pero capaz, no queda otra!
Que bonito, saber que esta preparada para dar ese paso ella sola. Sin duda, le habeis enseñado y estara preparada. Estoy segura, que entonces, en ocasiones te dara la mano ella sola incluso con mas ganas que antes.
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