Algo fundamental que no puede faltar cuando se va en bicicleta es el casco y como no, yo lo llevo cuando me escapo a dar pedales. Si está Cristina en casa me paseo delante suya para que vea mi aspecto, pero no me presta ninguna atención.
Hace unos días fui con ella al el taller de bicicletas, cuando salíamos de la tienda entraba otro cliente que llevaba su casco en la cabeza, Cristina en cuanto lo vio exclamó: -"¡Un casco!" Y rápidamente se fue tras él.
- "¡Señor, señor, espera, espera!" El señor -en realidad un muchacho joven- se tuvo que parar y Cristina hizo una presentación en toda regla: -"Este es mi papá"
Así que quedamos presentados gracias a mi hija y simplemente porque usamos casco. Así de sencillas y naturales son las cosas a los ojos de Cristina.
jajaja, que buena Fernando.
ResponderEliminarMe imagino que Cristina penso, este señor tiene los mismos intereses que mi papá, así que deben ser presentados.
Rosío
Fernando, si algún día te voy a ver, ya sé cómo acudiré.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que salada y que correcta al intentar dar a conocer a su padre a un caballero con brillante armadura,o con casco para la bici?, ja, ja.....
ResponderEliminarUn beso Fernado. Bego.
Qué sencilla y valiosa es la operación asociativa, nos basta un elemento común para identificarnos, agruparnos,etc. Recuerdo una manifa en Madrid en la que se me acercó un navarrico y me dió un abrazo afusivo y familiar porque tenía al cuello la bandera navarra.Gracias Señor por hacerme un hueco tantos buenos grupos.
ResponderEliminarUn abrazo socios.
jajaajajja!! que genial esta Cristina!!! Buenisima la anecdota!! y como siempre me sacaste una carcajada. Saludos a Cristina
ResponderEliminarNuestros hijos con autismo nos enseñan muchas cosas, entre ellas quizá la más importante sea apreciar las cosas simples de la vida...
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