El autismo hace que las personas que lo sufran estén inmersas dentro de su mundo. Con mucho trabajo, esfuerzo y cariño son capaces de salir de él, y se dan cuenta de lo que sucede a su alrededor.
Pero también son capaces que otras personas que supuestamente vivimos en un mundo real consigamos que miremos lo que nos rodea y observemos lo que nos estamos perdiendo.
Era uno de esos días en que había partido del siglo (Barcelona-Real Madrid), habíamos salido a pasear Leyre, Cristina y yo. Nuestra idea -inmersos en la vorágine futbolística de estos días- era volver a casa para cenar y ver dicho encuentro.
Pero entonces le enseñé a Cristina qué cerca estaba el sol de esconderse detrás de las montañas. Y ya no nos pudimos mover de ahí. Porque ella quería ver cómo se ocultaba y además que yo fuera diciendo los metros que faltaban para hacerlo.
Me encantan estos momentos magicos de Cristina.
ResponderEliminarUn beso.
Preciosa experiencia.
ResponderEliminarMe gusta seguir el blog porque me acerca un poco más al mundo de los niños con autismo, en este caso de Cristina. Pero sus vivencias también me ayudan a conocerlos y entenderlos mejor.
Gracias.
muchas veces nuestros niños nos enseñan mucho con su sensibilidad y su forma tan especial de ver el mundo...dale un beso a tus hijas y ustedes reciban un abrazo mexicano...desde aqui en la distancia....MArco,Coquis y Marquito
ResponderEliminarCreo que todos deberíamos amanecer al mundo con ese buen trabajo, esfuerzo y cariño con que nos despiertas sin ocaso.Un abrazo.
ResponderEliminarFer, Cristina eligio lo mejor como siempre, un abrazo...
ResponderEliminarParece el mito de la caverna de Platón. Te rescató del mundo de las sombras, esas imágenes ilusorias plasmadas en el muro de la televisión. Y miraste el sol cara a cara.
ResponderEliminarReminiscencia...
La mirada a través de la cual nos muestran el mundo, te enseña a ser diferente, te hace ser... mejor persona, y valorar las cosas desde otro punto de vista, me encanta la entrada.
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