Cristina tiene juguetes favoritos, algunos sólo por temporadas. Por alguna razón durante unos días juega con unos muñecos como si fueran los únicos que existieran, y un día cualquiera se olvida de ellos.
Sin embargo un cocodrilo que compramos a Leyre muy de pequeña ha sabido sobrevivir el paso del tiempo. Su única virtud era que podía abrir su gran boca y comerse cualquier otro muñeco.
El cocodrilo en cuestión ha sufrido varios accidentes: la cola se partió, perdió una pata, la cabeza se soltaba fácilmente y cada vez resultaba más difícil que abriese la boca. Pero a pesar de todo Cristina seguía jugando con él. Su boca servía tanto para comer princesas como para agarrar la cuerda donde Cristina balanceaba a sus muñecos.
Hasta el otro día, cuando volvimos de vacaciones lo estuvo buscando y cuando lo encontró algo le pareció mal y lo tiró a la basura, su excusa: -"Está roto"
Me pareció un triste final para este muñeco que tanto le ha ayudado en su juego simbólico y en fomentar su imaginación. Se podría decir que el cocodrilo ha ayudado a Cristina hasta su último aliento.
Hola Fernando, gracias por visitar el blog de MArquito, y tienes mucha razón, nos divierte mucho asi como me he reido mucho cuando leia y leo algo de Cristina....en especial cuando le dejaron la tarea de palabras con F...... me rei mucho, les mandamos muchas bendiciones y un abrazo bien apretado para la familia de estos de por aca, en Mexico...
ResponderEliminarWow el cocodrilo si que merecia un final mas digno jajajja pero hasta el ultimo aliento le ha ayudado, hasta le ha enseñado a madurar y decidir que puede despegarse de un juguete roto :)))
ResponderEliminarEs curioso pensar que un muñeco que no hace nada por si solo, puede ayudar tanto a nuestros pequeños, ycon un abrir y cerrar de ojos se olvidan de su amigo inseparable. Pensaremos que el cocodrilo ha cumplido su cometido con creces.
ResponderEliminarUn beso.
Buenas tardes Fernando supongo que rescataste al zampa-princesas y lo tienes a buen recaudo.Un abrazo.
ResponderEliminarFernando, os veo a ti y a toda tu familia en la cuarta parte de Toy Story: "Misión, rescate del cocodrilo".
ResponderEliminar(Echad un vistazo a la basura porque el bicho igual se está poniendo las botas).
Un abrazo y buen fin de semana.