viernes, 12 de agosto de 2011

En el pueblo

La fotografía de arriba es de mi pueblo donde hemos pasado unos días de total tranquilidad. Ahí entre las casas y en plena calle jugábamos Cristina y yo al bádminton.

A Cristina le gusta jugar al tennis, pero su juego consiste en tirar lejos la pelota para que su contrincante corra detrás de ella, mientras escucha: -"¡Te gané!" El juego pierde su gracia a la tercera o cuarta carrera.

Pero no ocurre lo mismo con el bádminton. Encontré unas viejas raquetas y jugábamos todos los días. A Cristina se le daba bastante bien y ambos nos hemos divertido bastante. Los partidos eran muy disputados, algo que no se reflejaba el marcador. Cristina llevaba siempre la cuenta, al final los resultados eran demasiado abultados: -"Cristina: 1342, papá: 0", otras veces se permitía el lujo de concederme algún punto: -"Cristina: cien mil, papá: 20"

A la vista de tanta desproporción cualquier otro jugador se hubiese retirado, yo siempre mantenía la pequeña esperanza de poder ganar alguna vez, nunca lo conseguí. Seguiré intentándolo.

3 comentarios:

  1. Es que Cristina es toda una campeona, así que el papá tendrá que resignarse a perder.
    Cariños,
    Rosío

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  2. bueno, igual te deja ir de entrenador a las olimpiadas:)

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  3. Buenos días. ¡Ya sé por quién apostar! ;) un abrazo.

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