Día de paseo por el monte, nos volvíamos a casa después de hacer cima en el Larzabal, un pequeño monte cerca de Pamplona.
Cuando nos encontramos con una Amantis Religiosa que estaba devorando a su presa, según Cristina que la estuvo observando con detenimiento, era una mosca.
Los insectos son los únicos animales a los que Cristina no tiene ningún miedo. Estuvimos a punto de llevarnos la Amantis a casa pero no teníamos la logística apropiada y además estaba seguro que Cristina intentaría jugar con ella.
Un bicho de esas características suelto por casa puede avivar cualquier pesadilla así que la soltamos y cada uno siguió su camino.
Me gusta ver la curiosidad en los ojos de Cristina, porque por un momento sus pensamientos interiores quedan olvidados por lo que ve a su alrededor.
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