viernes, 8 de mayo de 2009

Un pequeño paso



Antes de que Cristina supiera leer siempre que volvía del colegio se escapaba corriendo hasta el portal y tocaba el timbre de la vecina del primero, siempre el mismo timbre. La buena vecina, al principio siempre contestaba por el megáfono, unas veces más enfadada que otras.

Nosotros como muertos callábamos y no decíamos nada. Luego al tiempo se debió aburrir y siempre que Cristina llamaba a su timbre directamente abría la puerta.

Por fin llegó un día en que Cristina supo distinguir letras y números, lo que aprovechamos para enseñarle una cosa muy sencilla pero muy útil para la vida diaria, cuál era el timbre que tenía que tocar:

- "Cristina: nuestro piso es 3 A"

Ahora, cuando llega del colegio sigue corriendo hasta llegar al portal pero cuando llama al timbre siempre toca el que debe.

Si Neil Armstrong, el primer astronauta que pisó la Luna, hubiera estado presente seguro que hubiera exclamado: -"¡Es un pequeño paso para Cristina, pero un gran descanso para nuestra vecina!"

11 comentarios:

  1. Me encanta, Fernando, cómo lo cuentas siempre. Nosotros sabemos lo difícil que muchas veces es... pero esa manera tuya de transmitir los pregresos de Cristina arrancan una sonrisa y disparan las esperanzas.
    Gracias.¡Ah!, y BESOTES.

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  2. Me he imaginado la situación, y que ratitos los del timbre, jeje.
    Ya cuando van aprendiendo las cosas suelen ser más facil.
    Besitos, y gracias por compartir un trozito de vuestras vidas.

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  3. jajaja Fernando, si te sirve: mis vecinitas tocan tiembre a cada rato, no son departamentos sino casas...son grandes ya, salgo y les digo 'no tienen otra cosa que hacer', ahí mi hija menor de 18 años me dice 'mami aún hoy lo hacemos'.
    Mi enojo con mi hija, eres grande ya para jugar al ring raje!!! jajaja... la señora debe haber entendido que Cristina no actuaba con mala intención y bienvenido ahora que sabe distinguir el número...besitos a las 2!!!

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  4. ja ja tienes un muy buen sentido del humor...lo que sin duda es algo ideal para la felicidad de Cristina..que bueno que ya toca el timbre correspondiente...poco a poco...se avanza

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  5. Me encanta tu forma de escribir, siempre me haces sonreír. Te he dejado un premio en mi blog.

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  6. qué majíca Cris. Pobre vecina jajaja

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  7. Y que descanso, madre mia pero la vecina por la hora tampoco le pillaba ya de sorpresa jejje
    Gracias por tantas anecdotas que me arrancan una sonrisa
    besotes

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  8. Jajaja, pobre vecina. Que bien por Cristina que ya conozca que timbre tocar.

    Besos

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  9. jajajajaja,pobre vecina,pero lo peor de lo peor es lo de que os callábais y no os disculpábais jejejeje, qué bueno, con cara de circunstancias.
    Gloria ya sabe a dónde tiene que tocar al ascensor para subir, y para bajar, pero a veces se equivoca y nos da unos paseos... Un saludo. Me encanta tu humor.

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  10. Gracias por compartir esta historia, me has hecho reir...me imagine todo perfectamente...como siempre muy buena entrada! gracias por compartirla!

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