Pero hay tantos, que alguna vez algún pececillo recién nacido se queda olvidado y no tardaría en ser devorado si no contase con una protectora incansable.
Todos los días - cuando vuelve del cole- Cristina lo primero que hace es pararse delante del acuario a observar los peces. Si descubre una cría olvidada grita: -"¡Eh, un pez!" y corriendo va a buscar las herramientas necesarias para capturarlo y llevarlo con sus hermanos.
Mientras, el pez rescatado nada tranquilamente con sus congéneres. Libre de las fauces de sus hermanos mayores y con alguien que está pendiente de él.
Como para no estar tranquilos con semejante cuidadora!!! Me la imagino, qué divina!
ResponderEliminarBuen fin de semana!
Que hermosa labor hace Cristina, me encanta su amor y dedicacion a los pecesitos.
ResponderEliminarQue pasen un excelente fin de semana.
Con cariño.
Georgina.
Qué bueno para los pececillos la capacidad de observación de tu nena. A cualquier persona, se le pasaría por alto.Y qué lindo que ella tenga a quién cuidar, y lo haga.No está para nada desconectada, por lo que se ve. Cariños para ella y tu familia.
ResponderEliminar¿Como decir? ¿Poder de observación? ¿ Protección? Quien lo sabe solo sabemos que de un gran corazón hay un corazón protector y sobre todo del mas pequeño. Que estén bien, Y gracias por seguir enseñándonos...
ResponderEliminarCLA AHI 20DIEZ
Cristina es mi sobrina.
ResponderEliminarHace poco que empieza a llamarnos por el nombre muy claramente, y cuando coje el teléfono, y los dice, la verdad, es que es emocionante.
Sólo el que vive con alguien como Cristina, puede entender " un poco" como es su mundo.
Cris, para ti, un montón de besos.
Josema.