A veces pienso que andar en bici es como la vida misma. Una vez que te montas en la bici si te paras te caes, así que no se puede hacer otra cosa que pedalear.
Una vez en ruta, hay largas y -a veces- penosas subidas, que tarde o temprano se terminan.
Hay alegres y divertidas bajadas, pero uno descubre pronto que no se puede ir siempre cuesta abajo.
Y también hay largas y aburridas rectas, por las que hay que pasar para llegar a algún sitio.
En la bici se descubre que el mejor camino no es siempre el más fácil. Que las moscas sólo te molestan si vas cansado y despacio, pero cuando vas fuerte y rápido no son capaces ni de seguirte.
Me atrevo a escribir otro blog sobre mis experiencias sobre la bici de montaña, espero que llegue a buen puerto. Pinchando aquí lo podéis visitar.
Bonita metafora Fernando y totalmente cierta, me ha encantado! Visitare sin duda tu nuevo blog. Besos
ResponderEliminarTienes toda la razón, podríamos decir que la vida es como un recorrido en bici.
ResponderEliminarSuerte con el nuevo blog.
Besos.
Buenas tardes Fernando. Parece entonces que existe una semejanza entre respirar y pedalear y que monta tanto avanzar aprisa.Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusto mucho lo que dices, todo lo que has dicho en este articulo es verdad, pero aun mas me gusto la parte donde dices que el mejor camino no es siempre el mas fácil.
ResponderEliminarGracias